lunes, 17 de octubre de 2011

Capítulo 5

Lunes por la mañana. Peter y yo nos encontrábamos traspasando el umbral de la verja de la escuela. Ver a Betty, la buscona del colegio mirándome a mi con una cara de “cómo ella puede estar acompañada por ése”, me encantó.
Por donde Peter pasaba, todas las niñas lo seguían con la mirada, y yo me reía con el al ver las caras de bobas que ponían.
Ejercí de guía hasta el recreo, en el que él se fue a hablar con el jefe de estudios; y yo fui junto mis amigas. Tan pronto me vieron aproximarme, gritaron a coro:
-¡Qué guapo es!
-¿No me digas? No me había dado de cuenta.- Dije irónicamente.
-¿Cómo se llama?¿Cuántos años tiene?¿Es inteligente?¿ Y es simpático? Cuéntanoslo todo.-Dijo entusiasmada Lauren.
-Despacio, chicas. Se llama Peter. Tiene 17 años e iba a la parte masculina de mi escuela en Londres. Es muy inteligente, ávido, es sensible, simpático y muy amable. Tiene dos hermanos, Amelie y George. Peter duerme en la habitación contigua a la mía, y el otro día me llevó a pasear en la barca del estanque.¿Qué os parece?
-Dios,¡lo queremos conocer!- Gritó Molly.
Les conté nuestra conversación. Había que verles es rostro de entusiasmo que tenían:
-Bueno chicas, me voy, que tengo que volverlo a acompañar. ¡Hasta luego!
Lo esperé enfrente de la puerta del despacho del señor Douglas, un irlandés que, según él, su sangre era “totalmente pura”, y era muy refinado en sus modales. Cuando Peter salió,me dijo con un tono de alivio:
-Gracias por sacarme de ahí. No aguanto más la voz de ese hombre.
-Pues mientras no te acostumbres vas a tener charlas varias veces por semana.- Le sonreí.
-Muchas gracias por todo, Agathe. Sé que lo que te estás perdiendo, si no quieres, no tienes porqué acompañarme.- Añadió serio.
Un impulso recorrió todo mi cuerpo y sentí la necesidad de abrazarle.
-No hay de qué.- Dije mientras nos abrazábamos muy fuertemente. No lo quería soltar. Y parecía que el tampoco. Era tan hombre. De pronto, una voz estridente nos cortó. El señor Douglas. Rápidamente nos separamos.
-¿Qué hacen ustedes aquí, en el medio del pasillo, haciendo muestras de cariño? Señorita Perkins, como se entere su padre de esto...
-Señor, yo sólo le estaba agradeciendo a la señorita Perkins su amabilidad al integrarme en este lugar.
-¡Oh, que bonito! Están ustedes castigados. Pasen a las dos y media por la biblioteca. Sean puntuales y lleven pluma.-El señor Douglas se fue, y Peter y yo nos reímos al verlo alejarse con sus andares toscos por culpa de su sobrepeso. Lo alimentaban bien...
-¿Señorita Perkins?- Pregunté asombrada, vale que yo fuera Agathe Perkins, pero ningún muchacho me había llamado por mi apellido.- Estás muy tranquilo. ¿Sabes? Hoy había quedado para estudiar con Joe. Tendré que decirle a Joe que no puedo ayudarle por culpa de un desgraciado. ¿Y qué nos dirá papá?- Sentencié malhumorada.
-Lo de tu padre me lo dejas a mi.
-¿Por qué? Sólo por que seas un hombre no te hace lo suficientemente importante para arreglar las cosas con MI padre.
-¿Qué pretendes diciéndome eso?- Soltó él.
-Que tú y yo lo arreglemos esto juntos.
-Venga, vamos a clase.- Dijo Peter al sonar el timbre.

3 comentarios:

  1. Me encantó! :) Cuando volverás a publicar? Espero que prontito!

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  2. Woooou! ¡Me encanta! En serio, no sé como escribes taaan bien. ^^
    Sigo leyendo. :D

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¡Muchas gracias! Cada uno de los comentarios me inspira a la hora de escribir :D