Simplemente saludaba sin saber a quien, pues yo estaba otra vez perdida en mis pensamientos.
Cenamos. Yo me senté entre mi abuela y mi padre, es decir, en el centro de la mesa. Mi abuelo, como era el anfitrión, estaba en el medio de aquella larguísima mesa. Maldecía tener que estar enfrente suya.
-Agathe, échale un ojo a los jovencitos tan guapos que hoy nos acompañan a cenar.- Me susurró mi abuela mientras un comentario era hablado por todos lo mayores de la mesa.
-¡Abuela! No me interesan esas cosas.- Le contesté, ya que me había quedado muy sorprendida ante aquel comentario.
Ella sonrió y se integró a la conversación de los mayores.
Tontamente, le hice caso. Mis ojos vieron el gran número de hermosos jóvenes que estaban en la estancia. Pues sí que eran guapos, pensé.
Me encontré la vista con uno de ellos. Era un muchacho de tez blanca, con un pelo marrón muy oscuro y unos ojos azul Caribe. Me sonrió y yo me sonrojé, ya que era muy mono.
Miré a mi plato otra vez y me centré en ingerir aquel trozo de ternera con guarnición
Aquello me aburría mucho, y sólo era el principio. De vez en cuando miraba hacia mis primas e intercambiábamos miradas de aburrimiento.
Al acabar, todos se fueron al salón excepto yo, que subí a lavarme los dientes.
Escuchaba la música de la orquesta en mi baño.
Por el pasillo me acerqué al ventanal para observar la puesta del sol. Sonaba una canción alegre. Comencé a balancearme.
-La esperan abajo, señorita.- Una voz me sobresaltó.
-Jonathan, siempre aparece en los momentos en los que más perdida en mi mundo estoy.- Contesté y él me sonrió.
-Ya ve. Todo el mundo lo dice. ¿No será mejor que baile abajo, no aquí, sola?
-Tendré que hacerlo, porque si no, mi abuela se va a enfadar.
-Páselo bien, señorita.- Me dijo.
-No creo que lo haga, si te soy sincera.
-No diga eso.
-No me trate de usted.- Le dije.
-No soy capaz.
-Sí que lo eres. ¿Ves? Yo te hablo de tú. A ti te toca ahora.- Y le sonreí.
-Si no... te... molesta.- Casi me vuelve a tratar de usted, pero fue capaz. No entendía porque ellos, el servicio, nos tenía que tratar de ese modo. Para mí todos éramos iguales.
-Bien, Jonathan. Será mejor que me vaya.- Y reímos.
-Intente pasarlo bien.- Y volvió a hablarme de usted, pero lo ignoré.
Bajé y me integré disimuladamente a la fiesta. Todo el mundo bailaba y la atmósfera del gran salón estaba llena de jovialidad.
-Mira que eres lenta, Agathe.- Dijo mi prima Athenea.
-¿Algún problema?- Dije de broma.
-Niguno. ¿Has visto la cantidad de chicos que hay?- Asentí.- Ya le he echado el ojo a unos cuantos.- Prosiguió.- Allison no se separa de Bill O'Connell. Míralos.- Y me señaló al chico tan guapo que me había sonreído durante la cena.
-¿Y qué sabes de él?- Pregunté curiosa.
-Es el hijo de Emerik O'Connel. Viven en Northumberland y han venido desde tan lejos porque la abuela de Bill es muy amiga de nuestra abuela. La madre de Bill es aquella mujer que está hablando con tu madre, y su padre está hablando con el abuelo en aquel grupo de hombres.
-Qué bien enteradas estás, Athenea.- Dije, mostrando mi asombro.
-Cosas de mi madre.
-¿Has visto a Peter?
-Precisamente viene hacia aquí. No mires.- Dijo ella.
-Me voy.- Me apresuré a decir, y acto seguido me fui a paso rápido.
No me di de cuenta, al andar tan rápido, que me choqué con alguien y me agarraron.
-Una señorita debería disfrutar de la velada en vez de andar como una fugitiva, ¿no crees?- Una voz angelical me agarró del brazo.- ¿Estás bien? Soy Ian Perth.
-Oh, sí estoy bien. Perdón. Soy muy patosa. Encantada de conocerte, Ian Perth. Soy Agathe Perkins.
-Encantado yo, sería más. ¿Bailas?- Preguntó fugazmente.
Miré hacia un lado y pude ver como la mirada de Peter estaba clavada en mí. Entonces no dudé ni un minuto en responder a la maravilla de joven que tenía enfrente mía.
-Por supuesto.- Y le ofrecí mi mano.
Comenzamos a bailar. Lo hacía muy bien y notaba sus firmes manos en mi espalda.
-¿Y de dónde eres?- Pregunté, mientras bailábamos al son de la música.
-Vivo en Taunton. ¿Y tú?
-En East Leake, Nottinghamshire. Antes vivía en Londres, pero mi padre heredó de mi abuelo una casa allí. ¿Qué te trae por aquí?
-Tu padre y el mío estudiaron juntos en la universidad.
-Interesante.
Sus ojos marrones transmitían calidez. Era tan alto como Joe o más. Miré hacia un lado y volví a ver a Peter clavando la mirada en mí desde el lugar donde lo había hecho antes.
-Dime una cosa, Agathe.
-Dime.
-¿Huyes de aquel muchacho que no para de mirarte?
-No.- Mentí.
-Vale. Porque si te hace daño le parto la cara.- Y nos reímos.
La música cesó, y nos despedimos.
-¿Podré volver a bailar contigo más tarde?
-No lo dudes.- Contesté.
Me reuní con mis primas, y ellas me interrogaron. Yo les contesté y me fui a por un poco de agua, que estaba en una gran mesa.
Estaba cerca de una puerta que daba a un saloncillo, por lo que dejé la estancia llena de mármol para entrar y sentarme al lado de una reconfortante chimenea.
-Agathe.
-Peter, ¿qué demonios quieres?- Dije mientras él entraba en la estancia.
-No puedo seguir así.
-¿Así, cómo?
-¿Porqué no me hablas?
-Lo sabes perfectamente.
-Yo no quiero a Evelyn.
-No se nota.
-Agathe, eres la persona más maravillosa que he conocido en toda mi vida. Si supieras lo mucho que te adoro y te quiero. Evelyn no significa nada para mí. Te juro que si no me perdonas el mundo se me caería encima. Perdóname.
-Peter, si realmente me quisieras habrías luchado más por mí. Vuelve con tu Evelyn, porque creo que ella si te quiere. Estuve equivocada al pensar que pudo existir un nosotros, pero ahora ya lo tengo superado. Vete.
-No.
-Pues me voy yo.- Y tras eso, volví corriendo a mezclarme entre la multitud.
Unas manos agarraron de las mías.
-Soy Bill O'Connell. ¿Porqué andas como una fugitiva?- Y me mató con esos ojazos azules.
-Te sorprendería al saber que ya me han hecho esa pregunta esta misma noche. Agathe Perkins.- Y nos reímos.
-Te veo triste.
-No estoy triste.
-Sí que lo estás. Alegra esa cara y diviértete. Ven, te presentaré a mis amigos.
-Vale.- Dije, y le mostré una gran sonrisa
El resto de la noche fue magnífica, sublime. Bill me presentó al resto de jóvenes, tanto chicas como chicos, y todos mis primos y primas se unieron a nuestra conversación.
Volví a bailar con Ian, y disfruté más que la primera vez.
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No me matéis, por favor!!!!!!!
Holaa a tod@s!!!!
Lo siento mucho, muchísimo por no haber actualizado nada estas Navidades, ni por haberme pasado mucho por vuestros blogs, pero como mi inspiración decidió irse de vacaciones, actualizo a 15 de enero. Penoso, lo sé.
Auún por encima este capítulo es corto, que mierda. Pero mañana intentaré escribir algo más para a ver si a mediados de semana subo otro capítulo.
Muchas gracias a todas y a todos por vuestros comentarios!!! Os quiero mucho!!!
Un abrazo, muchos perdones, y os espero ahí abajo ↓
Paula*
P.S: he hecho un Twitter, @PaulaPoppies, si tenéis vosotras twitter me decís cual es y os sigo :D
P.P.S: tengo un blog para la clase de tecnología, y escribo pequeñitos textos. Pasaros y taal http://cocacolaymentos.blogspot.com
Paula, preciosa, ya te echaba de menos;) Y no te preocupes por lo de actualizar tan tarde, sin rencores *preparando un plan maléfico...muahaha* xD Me encanto el capitulo: asdasdasdasfdas...Bueno, ya hablamos y eso...Te busco en twitter:D
ResponderEliminarUn beso muy grandeee y feliz 2012 retrasado!!!
Any
buuf! menos mal que has publicado! se me ha hecho eterno...:)
ResponderEliminarSube cuanto antees ^^
OH MY GOD. Me encantó. Por favor, publica pronto. Quiero saber qué pasa.
ResponderEliminarBesos!
me gusta mucho, no pude leer antes.
ResponderEliminarsube pronto.
mi twitter: MarisaTeen
un beso, Marisa.
Me encantaa tu novela, y yo hace unos pocos dias me e echo un blog con mi novela porfavor pasate y comenta porfaaa;) http://stolemyheartcris.blogspot.com/
ResponderEliminarPD: Mi twitter es Cristina Chamorro :D
Paula, tía, me ha encantado. Sobretodo porque ha pasado de Peter en vez de caer rendida en sus brazos. Porque por mucho que lo quiera, no puede perdonarle así como así.
ResponderEliminarUn beso, guapa! ^^